Diálogo por la Verdad Noroeste / Occidente

Diálogo por la Verdad - Noroeste / Occidente

El Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico (MEH), de la Comisión para la Verdad que investiga las violaciones graves a los derechos humanos del periodo 65 al 90 en México; realizó en la ciudad de Guadalajara, el 3 y 4 de julio, la cuarta edición de Diálogos por la Verdad, actividad que, por la participación de comunidades de víctimas diversas y sobrevivientes de varias regiones, se identificó como Diálogo por la Verdad Noroeste Occidente.

Carlos A. Pérez Ricart persona comisionada del MEHistoricomx

Nunca pudimos tener una fotografía real de qué fue esta cosa llamada Operación Cóndor. Por primera vez en la historia de este país se permitirá dar cuenta de este proceso y de cómo hoy sigue siendo parte del discurso político.
Parte de lo que sucede en dicha operación no es el combate al narcotráfico, sino la apropiación por parte de diferentes agencias policiales y militares del usufructo de rentas ilegales de amapola, mariguana y cocaína; es parte del Estado apropiándose y robando derechos y cultivos de campesinos y de personas que ahí vivían.

Carlos A. Pérez Ricart persona comisionada del MEHistoricomx

Es la primera vez que se hacen este tipo de ejercicios públicos en 50 años en nuestro país; los cuales, contribuyen a la reconstrucción de nuestra historia, a develar la verdad y crear espacios que impulsen la justicia, la memoria, la reparación y la no repetición. Para Alan García Campos, “se trata de hechos abominables que no deben ser olvidados”, en los que, “la participación es una forma de reconocer a las personas no sólo como víctimas, sino también como titulares de derechos, lo que a su vez ayuda a ganar visibilidad y a hacerse de un sitio que a menudo se les ha negado en la esfera pública”.

En esta cuarta ocasión, la actividad se distinguió por recuperar las voces 37 testimonios de diversas comunidades de víctimas y sobrevivientes, como lo han sido periodistas y profesionales de la comunicación, campesinos y campesinas indígenas, homosexuales y lesbianas; de los estados de Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Baja California, Michoacán y Jalisco.

Manuel Elizalde Bernal

A mediados de 1970, recuerdo la incursión de los comandos militares que recorrían la Sierra frecuentemente patrullando a pie porque no había caminos. A quien agarraban, a torturar para que hubiera delaciones. Para los militares, todos eran criminales. Era mucho el miedo, así vivieras en una casita muy pobre; tenías que protegerla porque “eras delincuente” porque vivías en la zona.

Manuel Elizalde Bernal, testigo de la detención arbitraria en dos ocasiones de su padre Jesús Elizalde, ranchero del municipio de Badiraguato, Sinaloa.

Aunado a ello, algunos testimonios dieron cuenta de las detenciones arbitrarias durante la implementación de la Operación Cóndor en la región del Triángulo Dorado, como la voz de Manuel Elizalde, quien narró: “Mi hermano y yo pudimos ver cómo se lo llevaron y lo subieron al piso de una camioneta pick-up, seguida de otros dos vehículos… fuimos a la municipal, la Judicial del estado y a la PGR. En ninguna había un detenido con las características de mi papá.”

También, escuchamos a familiares de periodistas que fueron ejecutados en Sinaloa por investigar a autoridades involucradas con grupos del narcotráfico, como Noemí Ruiz de Flores, viuda de Aarón Flores Heredia, asesinado hace 43 años, quien fuera jefe de información y reportero del periódico El Debate de Los Mochis: “En los días previos a su muerte, mi esposo estaba bastante tenso y preocupado. Era muy reservado. Decía que eran “cosas del trabajo” y yo así lo creí”.

Entre otros relatos compartidos, se escucharon las desgarradoras y valientes narraciones e historias de familias enteras que participaron de la lucha en grupos guerrilleros, entre los que se encuentran la Liga Comunista 23 de Septiembre, cuyos integrantes fueron detenidos arbitrariamente y torturados a manos de elementos del Ejército Mexicano. Las víctimas compartieron desde su lucha, convicción y compromiso con la verdad, el sufrimiento por el asesinato o desaparición forzada de varios integrantes de sus familias.

Se presentó así el caso de la familia Guzmán Cruz que, en 1974 sufrió la desaparición de siete integrantes a manos de la Dirección Federal de Seguridad y el Ejército Mexicano en el estado de Michoacán.

Esperanza Rangel, Colectivo “Grupo Morelia”

Hubo una paranoia de todos los gobiernos de aquella época; pensaban que cualquier manifestación o protesta pacífica era germen del comunismo. Era el pretexto para reprimir.

Esperanza Rangel, Colectivo “Grupo Morelia”
Alejandra Cartagena López, hija de Leticia Galarza Campos y David Jiménez Sarmiento, militantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre.

Este es un ejercicio sumamente importante que se hace por primera vez en cincuenta años en un país que ha sido necio en querer olvidar la guerra sucia. Soy hija de Leticia Galarza, desaparecida el 5 de enero de 1978, y de David Sarmiento, asesinado en 1977. Otros de mis familiares también fueron detenidos y asesinados. En total, son nueve.

Alejandra Cartagena López, hija de Leticia Galarza Campos y David Jiménez Sarmiento, militantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre.
Juan Bautista Andalón, hermano de Guillermo Bautista Andalón y sobrino de Alfonso Guzmán, detenidos y desaparecidos de manera forzada en 1977, en Jalisco.

A partir de entonces, nueves familias sufrieron represión y violaciones en la colonia de El Zapote, que en ese tiempo era semi rural, alejada. Había lazos comunitarios muy fuertes. La gente se conocía y eran amigos, inclusive dentro de la Liga.
El 7 de abril de 1977 llegaron a mi casa.

Juan Bautista Andalón, hermano de Guillermo Bautista Andalón y sobrino de Alfonso Guzmán, detenidos y desaparecidos de manera forzada en 1977, en Jalisco.
Juan Reus Núñez, militante del Partido Comunista de México PCM, sobreviviente de detención arbitraria y tortura en el Campo Militar No.1

Éramos como quince o veinte compañeros de la JC. Recorrimos todas las facultades, preparatorias y hasta secundarias, donde se integraban otras corrientes de tipo revolucionario. Este proceso educativo permitió que la JC tuviera un “boom”.

Juan Reus Núñez, militante del Partido Comunista de México PCM, sobreviviente de detención arbitraria y tortura en el Campo Militar No.1

Otros sobrevivientes y familiares compartieron lo sucedido durante la Fuga de Oblatos, las represalias, las interrupciones violentas en casas particulares y detención de familiares de militantes de grupos guerrilleros, interrogatorios violentos y torturas.

En los testimonios escuchados, la Dirección de Seguridad Federal fue una constante, así como el nombre de “Nazar Haro”, como uno de los agentes que de manera directa participó en la aplicación de la tortura como parte de las prácticas de interrogatorios e intimidación. También, se compartieron historias de luchadores sociales que buscaban por vías partidistas el cambio, a través del Partido Comunista Mexicano y el Partido Mexicano Socialista, o bien, participando como candidaturas independientes. Estas personas, fueron reprimidas y encarceladas sin un proceso judicial apegado al debido proceso.

Además, se contó con la participación de quienes, por su expresión de género u orientación sexual, vivieron el constante acoso y detención arbitraria por parte de las policías locales en el estado de Jalisco. Se hizo palpable en el testimonio Martha Nualart, co-fundadora de Patlatonalli A.C. y Pedro Preciado Negrete, fundador de Grupo Orgullo Liberación Homosexual (GHOL), quien fuera candidato abiertamente homosexual a la diputación por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

Las personas que contribuyeron con sus relatos públicos a construir la verdad y a quienes expresamos nuestro agradecimiento son: Isabel Saldívar, Manuel Elizalde Bernal, Roberto Armendáriz Rivera, Isabel Saldívar, Manuel Elizalde Bernal, Roberto Armendáriz Rivera, Noemí Ruiz de Flores, Arturo Michel Perry, Fernando Zepeda Hurtado, Martha Beatriz Vega, Maricela Balderas Silva, Rafael Ortiz Martínez, Esperanza Rangel, Alejandro Valdez Corona, Máximo Chávez Rosas, Abdallán Guzmán Cruz, Rosario Rodríguez Rivera, Rosa Pérez, Alejandra Cartagena, Eduardo Cartagena, Jorge Pérez Mora, Juan Bautista Andalón, Martha Camacho Loaiza, Benjamín Ramírez Castañeda, Francisco Javier Martínez Mejía, Juan Reus Núñez, José Antonio Rentería Martínez, Carlos Galindo Pérez, Jesús Corral Corrales, José Héctor Helenes Armenta, Reynaldo Lucas Domínguez, Efraín Barrera Medrano, Carlota Nájera Gómez, Minerva Nájera Nájera, Martha Nualart, Lourdes Angulo Salazar, Pedro Preciado Negrete, Jaime Cobián y Oscar González.

Cabe decir que, durante la apertura del Diálogo participaron: Alan García Campos, representante de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; Félix Santana Ángeles, Secretario Técnico de la Comisión para la Verdad., el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos; Jenaro Villamil Rodríguez, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano y Abel Barrera Hernández, Comisionado del Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico. Por su parte, la moderación del día 3 de julio estuvo a cargo de la escritora y defensora de los derechos humanos, María Guadalupe Morfin Otero.

Martha Alicia Camacho Loaiza, exmilitante de la Liga Comunista 23 de Septiembre, sobreviviente de detención arbitraria y tortura en Sinaloa.

El 19 de agosto de 1977 llegó a mi domicilio gente de la DFS y de la SEDENA. Tenía embarazo de casi ocho meses. Fui víctima de las peores torturas que ustedes se puedan imaginar. Pueden investigarlo en Internet con mi nombre metiéndose a Google. Mi padre siempre me dijo que no permitiera que el Estado mexicano me siguiera dañando después de lo que ya me había hecho, que siguiera con la alegría, las ansias de libertad y las ganas de ayudar a quienes menos tienen.

Martha Alicia Camacho Loaiza, exmilitante de la Liga Comunista 23 de Septiembre, sobreviviente de detención arbitraria y tortura en Sinaloa.

Las palabras expresadas por cada uno de los testigos muestran la relevancia e impacto de los movimientos sociales en nuestro país desde la segunda mitad del siglo XX, cuyas demandas históricas y lucha constante, hoy nos permiten estar más cerca la reivindicación de las aspiraciones para vivir en una sociedad más justa, equitativa y de respeto a los más elementales derechos.

Los testimonios rendidos públicamente, dejan en claro que el Estado hizo uso de la fuerza y de su poder para torturar, detener arbitrariamente, privar a las mujeres de las posibilidades y condiciones para alimentar a sus hijos e hijas, así como la inexistencia de un debido proceso en el acceso a la justicia para las personas que, buscando maneras de construir un mejor país, fueron encarceladas o violencias. El Diálogo por la Verdad Noroeste-Occidente nos enseña que las comunidades de personas violentadas y afectadas por las violaciones graves a los derechos humanos no tienen un solo perfil, y por el contrario, tienen múltiples orígenes. También, nos permitió ver con mayor claridad, de qué manera estos escenarios son las claves de un pasado vivo, que sirven para develar las violencias que en el presente aún nos dañan y que debemos combatir para que nunca más se repitan.

Ver el Diálogo por la Verdad en Guadalajara:

En la siguiente lista de reproducción de 10 partes puedes revivir el cuarto Diálogo por la Verdad.

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