Diálogo por la Verdad, Atoyac: La vida no tiene precio - Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico

El pasado 28 de febrero se celebró el último Diálogo por la Verdad en Atoyac, Guerrero, al que acudieron 170 personas y en el que se rindieron 29 testimonios públicos y 37 privados.

Durante la jornada se escucharon y describieron diversos escenarios en los que ocurrieron violaciones graves a los derechos humanos como. desplazamientos forzados, ocupación militar del territorio, desapariciones forzadas y algunas otras formas de violencia, que se suman a la memoria de nuestro país, para exigir una vez más que no vuelvan a ocurrir.

Descripción: De izquierda a derecha, Abel Barrera, María Griselda Reyes Lara, y Daniel Díaz de ONU México.

Entre las historias públicas, destacaron los casos de mujeres que se encontraban embarazadas a la hora de que sus esposos fueron detenidos arbitrariamente, también los impactos que tuvieron estas ausencias y cómo transformaron sus trayectorias de vida en social y económico, pues numerosas familias, hijos e hijas, tuvieron que desplazarse de sus comunidades y laborar desde la infancia para salir adelante y de las situaciones precarias en las que les dejó la violencia.

Se oyeron reclamos que datan de más de 50 años, ante el fracaso de las instituciones en la atención de sus necesidades más básicas y que en gran medida, son resultado de aquel periodo.

Fuente: Berenice Cabañas, hija de Miguel Nájera. Descripción: La carta se publicó en Proceso en 1979.

El reclamo y la exigencia se acompañó de reflexiones que invitaron a la unión, colaboración y organización de todas las víctimas de la violencia de Estado, del pasado y del presente. La escucha y el diálogo es importante, señalaron la mayoría de quienes rindieron su testimonio, pero también afirmaron que la justicia y las acciones derivadas de ella son cruciales para una verdadera transformación, algo que no ha ocurrido desde hace más de cinco y hasta seis décadas.

La lucha por la justicia social que Lucio Cabañas emprendió hace más de 60 años, sigue vigente en la identidad y en la memoria de Atoyac, una de las localidades más afectadas por la violencia de Estado del periodo 1965-1990, que sigue reclamando la exigencia con vida de todos sus desaparecidos, incluyendo a los 43 estudiantes de Ayotzinapa, y todas aquellas personas que se siguen sumando a la lista; cada vez que sus ausencias siguen en la impunidad.

Agradecemos los valientes testimonios de: